Te fuiste hace exactamente un día, pero ya te extraño demasiado.
En vos se concentra todo lo que echo de menos de mi vida pasada, de mis años más difíciles y de los más felices.
Me diste tu vida, cada instante y aún así nunca te retribuí de una forma justa: es una deuda que jamás podré pagar.
Me buscabas a diario, anhelando que estuviera ahí para hacerte una caricia. Ojalá hubiera estado allí para hacerlo más veces.
Ahora es tarde, pero sé que últimamente me esforcé por revertir la situación... para acortar esa distancia.
No importaba cuánto tiempo me alejaba, ni cómo te tratase, ni siquiera cuánta atención te prestaba: siempre tenías ese buen humor que te caracterizó. Jamás mordiste a nadie, y todo el tiempo querías jugar. Jugar y comer, claro.
Estoy convencido de que estabas en un cuerpo dos veces más grande de lo que creías, y eso te hacía ser muy bruta. Tierna y simpaticamente bruta. Tan grande y sin embargo tanto miedo a la lluvia...
Hoy ya no estás a mi lado, pero me queda tu recuerdo. Y tu juguete preferido, el único que te regalé... que nunca te cansaste de usarlo conmigo.
Te quise muchísimo, y por dentro deseaba noche a noche que este momento no llegara nunca. Daría lo que fuese por pasar unos minutos más a tu lado y así poder despedirte como te lo merecías, aunque creo que fue mejor de este modo: sin esperar a que el sufrimiento sea más grande.
No me voy a olvidar de que aún con todo el dolor que tenías, al verme llegar el sábado te paraste y viniste hacia mí, recibiéndome como siempre.
Anoche murió una parte de mi alma.
Buen viaje, Omi... nos veremos del otro lado. Te quiero.
Burj Al Arab, Dubai - Sebuah Iconic Hotel
Hace 7 años
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