martes, 16 de junio de 2009

De una clase rebelde

El sábado dí la peor clase de mi vida. Ninguna de las cuatro veces que tuve que explicar este tema lo hice de un modo en que me deje conforme.
La ironía más grande: es sobre aquello de lo que trabajo actualmente.

Eso motivó un poco de trabajo mental, y me llevó a meditar por los caminos más recónditos de mi cabecita, tratando de desentrañar el misterio y finalmente descubrir (o no) la causa por la que nunca logro acertar esta clase. Veamos:
  • Al principio creí que la culpa no debía ser mía, ya que la clase trata sobre un tema que los alumnos no están acostumbrados a ver, y por ello es común que no lo entiendan y eso desencadene mi sentimiento de insatisfacción por su rechazo natural al mismo. Lamentablemente para mí, esto no es así dado que cuando el titular tomó la batuta me demostró que con una elegancia y sencillez admirables se podía obtener un resultado satisfactorio.
  • Luego pensé que quizás el hecho de no preparar conscientemente el temario podría haber sido el impedimento. En otros temas no necesito preparar la clase, y mucho menos en éste, en el cual monologo durante un buen rato sobre cosas que acostumbro hacer en el trajín diario. De todos modos, ésta no era la causa... dado que este año sí había preparado la clase. Y lo había hecho bien, con apuntes y todo.
  • Por un momento se me cruzó la idea de que era debido a que en realidad no me gusta el tema... pero no es así: es una de las cosas que más me gustan.

Creo que luego de unas horas por fin me dí cuenta la causa de todo: debo reconocer que en mí es un hecho recurrente ser intolerante con los alumnos cuando no aprenden un tema que yo domino. Y en sí no es por las capacidades del alumno, sino porque me demuestra a mí mismo que no puedo transmitir (con la misma simplicidad y elegancia que uso en cualquier otro tópico) aquello que más conozco.

Una vez escuché a un profesor que decía algo así sobre la Ingeniería de Requisitos:

Extraer el conocimiento de los expertos es más difícil que de cualquier otro, porque tienen un proceso mental tan automatizado que no pueden explicar cómo reconocen los patrones cognitivos que son necesarios para desempeñar esa tarea

No es que yo me considere experto ni mucho menos, pero al menos me considero un poco versado, y reconozco que me cuesta transmitir los patrones mentales que yo considero más elementales. Me pasa con la computación, las matemáticas y un poco con la programación.

En este momento estoy tratando de ver cómo solucionar el asunto, pero escucho cualquier sugerencia que me quieran brindar. O si me quieren contar que a ustedes también les pasa, así no me siento tan solo...

Safe Creative #0906164030467

3 comentarios:

Silvana Muzzopappa dijo...

¡No te sientas solo, Lucas!
Me pasó dar clases donde ni yo entendía lo que estaba explicando. Alguna vez porque desconocía el tema, otras porque lo conocía demasiado. Para todas las siguientes veces hice la clase step by step en casa. La dije en voz alta y todo y me llevé anotado hasta el mínimo detalle. Ahí las preguntas de los alumnos fueron más acotadas y, por haber preparado mejor el tema, también tuve respuestas apropiadas. Igual, siempre salí de dar clase con alguna respuesta pendiente, algo que, lejos de hacerme sentir mal, me satisface porque aun enseñando, se aprende muchísimo.

Lucas dijo...

Shirubana,
es verdad. A veces te encontrás articulando frases que no sabés cómo van a terminar. Creo que es toda la adrenalina que te puede otorgar la docencia... y no digo que no esté buena.
Te admiro, porque nunca he preparado una clase en voz alta, en casa. Lo mío es de calladito.
Y el tema de las preguntas de los alumnos, temo disentir... prefiero que sean muchas. En mi caso, cuando eso sucede, es porque les interesa el tema y quieren profundizar.
Hubo clases en que incluso se adelantaban al tema que vendría minutos más adelante, por ansias. Y lograr eso a las 8 am de un sábado, es todo un logro.
De todos modos, concuerdo en que enseñando se aprende muchísimo. Y no solo del tema que se está dando.

Silvana Muzzopappa dijo...

Bueno, tampoco es para admirar, che. No es tan difícil de hacer ;)
Ojo. Yo no tengo problema en que las preguntas sean muchas. El problema es que sean tantas y tan diversas por la desorientación que estás causando en tus oyentes. Por eso dije acotadas y no menos.